¿Qué esta sucediendo?
En el trascurso de estas últimas semanas se ha generado una atmósfera de discusión y malestar en el seno de dos de los estamentos de la facultad de Derecho y Ciencia Política: el de los estudiantes y los Docentes. Dicho malestar tiene sus causas en el Procedimiento de Nombramiento Docente que se viene desarrollando desde hace aproximadamente un mes, específicamente en los indicios de irregularidad presentes en el mismo e imputados a la Comisión encarga del Concurso.
Ante este clima de malestar CPB se ve en la necesidad de pronunciarse asumiendo una posición al respecto, no sin antes establecer en sus correctos términos la naturaleza y estado del problema generado.
Desde la perspectiva de esta organización las fuentes, las raíces, del problema se encuentran en la escasa publicidad, fiscalización y participación de la comunidad sanmarquina de nuestra facultad; todos estas carencias son las que han producido las dudas y desvirtúan la legitimidad de dicho procedimiento, que hasta el momento no puede concluir y que tiene como principales responsables a los miembros de la Comisión Evaluadora. Dichas dudas e ilegitimidad se han traducido en una serie de cuestionamientos –objetivamente valorados- que han venido siendo vertidas por estudiantes y profesores, y que nuestra organización suscribe con mucha responsabilidad. En líneas generales dichos cuestionamientos son los siguientes:
La firma de un miembro de la Comisión en el mismo instante de la celebración del Consejo de Facultad, argumentando tener un informe al respecto sobre la no reincorporación del postulante Francisco Tudela, informe que por cierto debió ser notificado a los consejeros con anticipación para la evaluación respectiva y que hasta el momento no es publico si se rechaza o se acepta.
La participación de un egresado en la Comisión de evaluación durante la primera etapa del procedimiento (evaluación de Curriculum Vitae).
La manipulación de los expedientes por parte de personas ajenas a la Comisión sin el consentimiento de todos los miembros de esta.
El infringir el cronograma establecido, asimismo omitir la publicación de resultados; así como la falta de aviso a los que pasaban a la siguiente etapa del concurso en el tiempo sugerido por el mismo cronograma.
En el caso de la escuela de Ciencia Política la no participación de especialistas para la selección de docentes, siendo evaluados por la misma Comisión quienes son de Derecho, además de no haber considerado la nota de los dos veedores: una alumna y un profesor para la evaluación correspondiente.
El reglamento del concurso es un reglamento del año 2002, el mismo que se utilizó para este cuestionado concurso, por lo tanto es evidente que los criterios de evaluación son los mismos, pero a pesar de ello el resultado de la evaluación para un mismo caso, es abismalmente diferente, a pesar de que incluso la Comisión Evaluadora es la misma del año pasado y eso se evidencia cuando un profesor que el año pasado obtuvo 76, en este año obtiene 67 aproximadamente. La subjetividad de la evaluación en la clase magistral que por cierto se vio reflejada en la nota de dos profesores que habiendo tenido la misma equivocación en no contestar una pregunta hecha por el jurado tienen diferente calificación, uno con 80 y el otro 52.
Vulneraciones al Reglamento de la Facultad que considera que para el caso de ratificación, evaluación y promoción docente sean los miembros del Consejo de Facultad, parte de esta Comisión, por tanto con mucha más razón siendo este caso de Nombramiento de Docentes, debería de haberse tomado en cuenta ello.
Sin perjuicio de la contundencia de estos cuestionamientos, consideramos que los mismos son subsanables con una revisión de todo lo que se ha avanzado hasta la fecha, revisión que debe ser llevada a cabo con una amplia participación estudiantil y con la colaboración de los docentes especialistas de las materias puestas a concurso:
Desde nuestra perspectiva esta es la única manera responsable de salvar todo lo positivo de este Concurso, que entre otras cosas tiene la “bondad” de traernos una excelente “cartera” de Docentes de reconocida trayectoria. Si lo que queremos es que los excelentes profesores que han sido calificados como ganadores hasta el momento se mantengan, debemos subsanar, “limpiar”, este procedimiento de sus vicios; extirpar todo elemento o causal que debilite su ingreso a San Marcos y que de pie a que fuerzas extrañas al bienestar sanmarquino, pretendan, en un futuro, socavar este Concurso con el discurso de su irregularidad.
Sobre la base de lo expuesto señalamos nuestra coincidencia con aquellos estudiantes que vienen manifestando, vía correos electrónicos, su deseo de que San Marcos goce de buenos docentes, como lo son, muchos de los que están concursando; pero nos distanciamos de ellos por los medios que plantean, ya que considerarlos inidóneos para lograr tal objetivo. Aprobar los resultados de la Comisión Evaluadora con los vicios que contiene no nos garantiza nada a los estudiantes, no nos brinda la seguridad de que vayamos a gozar definitivamente de la excelencia académica de los docentes calificados como ganadores hasta la fecha. La propuesta de la aprobación inmediata de los resultados es superficial, pragmática e irresponsable, que parte de un incorrecto planteamiento del problemas, según la cual en el marco de este concurso los estudiantes tienen que optar entre el ingreso o no de los buenos profesores, cuando el tema de la calidad de los docentes calificados como ganadores y el deseo de que estos brinden sus conocimientos a San Marcos está fuera de discusión.
Por último, deslindamos con aquellos estudiantes y docentes que detrás del hipócrita discurso academicista esconden una voluntad, una intención, de favorecer sus intereses individuales o de grupo por encima de los intereses de San Marcos, incluso a sabiendas de las consecuencias nefastas que generan sus posiciones pragmáticas para nuestra casa de estudios. En fondo lo que estos señores pretenden es hacer de este concurso su negocio político y económico. Esto nos exige a todos los estudiantes conscientes estar muy atentos con lo que viene sucediendo para evitar cualquier tipo de negociado.
¡Concurso transparente y sujeto a la legalidad, consigna estudiantil!